viernes, 29 de enero de 2021

FINIQUITOS, ABONADOS Y DIRECTIVOS

 29/01/21   J.M. Bernia


El 16 de agosto un gol de Nino y el desacierto zaragocista ponían punto final a una temporada de calvario, pero surgía un nuevo camino en el que nos iba a asesorar el prestigioso Juan de Dios con el fin de ascender a Primera División aunque desde su anuncio nada mas se supo.

La salida de Víctor Fernández y la de los mejores jugadores obligaba a reconstruir sobre todo la parcela ofensiva del equipo, pero no se acertó.

Se decidió prescindir de Shinji Kawaga, que no había rendido como se esperaba, y se apostaba por que Rai Nascimento y Gabriel Fernández ocuparan las dos plazas de extracomunitario. El tiempo ha demostrado, como era previsible, que la decisión era nefasta, se tuvo que pagar un importante finiquito al japonés, se renovó a Rai hasta 2023 y tres meses después se ha rescindido su contrato y Fernández no ha conseguido marcar pese a las numerosas oportunidades de las que ha dispuesto.

La llegada de jugadores en propiedad o cedidos con altas fichas y bajo rendimiento suponen un lastre económico y deportivo para el club. Jugadores como Larrazabal, Zanimacchia, Adrián, Vuckic o el Toro Fernández no han conseguido aportar hasta ahora casi nada positivo.

En las cuentas oficiales del club se puede observar el gasto que supuso la llegada de un jugador. Cada uno puede evaluar el rendimiento que ha dado tanto en el Real Zaragoza como en el resto de equipos a lo largo de su trayectoria profesional.


En los gastos en personal no deportivo se distinguen dos categorías, por un lado el personal no deportivo técnico (director deportivo, secretario técnico, médico, delegado, fisioterapeutas y utilleros) y por otro lado el resto de personal ligado al club mediante contrato laboral (directivos, administrativos, tienda, seguridad, marketing, comunicación, mantenimiento y limpieza).


En las cuentas anuales del club se indica que la gestión de la sociedad está llevaba a cabo por miembros del Consejo de Administración cuya retribución aparece recogida en el siguiente cuadro:


Otra decisión cuestionable fue el anuncio que se hizo en marzo, Lalo Arantegui y José María Barba renovaban su contrato hasta 2024. Ambos llegaban al club en 2017 tras abonar a la S.D. Huesca su clausula de salida. Nueve meses después de hacer oficial la renovación eran destituidos. De nuevo hay que hacer frente a un finiquito, otro golpe a las arcas del club.

Son demasiados errores, costes evitables. Nadie parece ser el responsable de estas decisiones, y solo se abre la puerta de vez en cuando, como para pedir a los aficionados que renueven sus abonos pese a no poder asistir al estadio.